Imbecilidad autonómica

Alelamiento, escasez de razón, perturbación del sentido. Así define el diccionario de la RAE la imbecilidad. Y ese parece ser el calificativo propio de la nueva era de incongruencia que ha permitido al Partido Socialista alumbrar su última propuesta autonómica.

Aniquilado por muerte natural su tradicional discurso del gasto eterno y del Estado del bienestar infinito, las distintas familias del PSOE han emprendido un viaje a distintas latitudes. Unos hacia la radicalidad callejera, donde están siendo devorados por el genuino IU. Otros hacia el nacionalismo, donde igualmente son fagocitados por los auténticos independentistas. Y, en medio de este descontrol, Ferraz ha aceptado, a cambio de disimular sus fisuras, una de las propuestas más antisocialistas que nadie podría imaginar: la limitación de la solidaridad entre regiones basada en el denominado principio de ordinalidad, reclamación unilateral de Cataluña.

¿Qué significa este principio? De forma resumida, que si una comunidad es la número uno del ránking en cuanto a recaudación per cápita de impuestos en su territorio, también debe ser la número uno en cuanto a gasto per cápita realizado por el Estado en las distintas regiones. O, lo que es lo mismo, que el que más aporta, más se lleva. Un principio que hace saltar por los aires la actual base de solidaridad y que puede ser tan propio del socialismo como la defensa de la especulación o de los paraísos fiscales.

¿Explicarán los socialistas en Andalucía que su plan dejaría sin gran parte de los fondos de solidaridad al feudo de Griñán? ¿O comentarán este detalle los líderes del PSOE en los mítines que den en Extremadura o Castilla La Mancha, dos de las regiones que saldrían más desfavorecidas por esta cesión al nacionalismo?

E, incluso, si ese principio le parece tan maravilloso al PSOE, ¿significa que lo van a aplicar a escala personal exactamente igual que lo pretenden aplicar entre comunidades? Porque eso significaría que los mejores servicios públicos irían dirigidos a las rentas más altas, en detrimento de la asistencia recibida por los hogares con menores salarios.

El PSOE ha cambiado su pretendida solidaridad por el apoyo a los nacionalistas y lo ha hecho con un fin: mantener vivo su plan para aislar al PP. El Tinell. Resulta increíble comprobar la locura de los políticos con tal de aferrarse al poder.